Se completa la implantación de la asignatura “Educación para la Ciudadanía” en las comunidades autónomas. Lo que ha provocado las iras de organizaciones cercanas al obispado, al entender que Estado trata de imponer un adoctrinamiento. Esto es exagerado y no creo que interfiera en la educación religiosa en la escuela, opinión que comparto con el sacerdote Manuel de Castro, secretario de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (patronal de los colegios católicos concertados). El pretendido adoctrinamiento podría hacerse desde asignaturas como Historia o Filosofía, pero la pluralidad ideológica del profesorado y la inexistente intromisión de las autoridades educativas lo hace imposible.
EpC está diseñada para informar sobre valores y realidades de nuestra sociedad y convertirse en un puntal de la democracia en las aulas. Sus contenidos hablan de los distintos tipos de familia que existen en la España de hoy (el meollo alarmista), de la diversidad de opciones sexuales, de la condena a la discriminación, del funcionamiento de las instituciones democráticas, de la importancia del voluntariado o de la condena del racismo y la xenofobia.
Entiendo la discrepancia con las leyes vigentes, y la aspiración a cambiarlas, pero enseñar en la escuela esas leyes, respeto, urbanidad o difundir los valores democráticos es necesario en una sociedad que pierde valores y ya cuenta con la experiencia europea, sobre todo el gran referente educativo, Finlandia.
No entiendo la objeción por razones morales, ni religiosas, y soy contrario a que el ciudadano pueda anteponer sus convicciones personales al cumplimiento de las leyes, lo cual implicaría, según el Constitucional, la desaparición del Estado de derecho. La ley está para cumplirla -o para recurrirla o cambiarla- y no para saltársela alegando objeción de conciencia si no lo establece así una ley o la doctrina del constitucional.
El colmo del despropósito se sitúa en la Comunidad Valenciana, al impartir la asignatura en inglés. Entiendo los intentos de cambiar la asignatura y la ley, pero esta farsa trivializa la educación y la convierte en un juguete político. Mal negocio.
Seis tribunales superiores autonómicos se han manifestado al respeto, y es urgente que el Tribunal Supremo unifique doctrina al respecto y la asignatura se imparta en igualdad de condiciones en todo el Estado.
7 comentarios:
Este invento de los nuevos progres es un intento de adoctrinar a nuestros colegiales ya desde tan temprana edad, en cambio la Religión que es nuestra forma de vida y nuestra tradición si que debería ser obligatoria porque es el alma de la civilización occidental.
Formar en valores democráticos, constitucionales y en derechos humanos es el mejor germen para tener una sociedad democrática y libre. Los gritos al cielo que lanzan algunos parecen de otros tiempos ( de los cuales si que hay que acordarse para no caer en aquellas tentaciones), y no entiendo porque no hay que enseñar que existen parejas homosexuales, que se pueden casar y formar una familia, que hay que respetar a los demás, sean del color que sean y vengan de donde vengan. No entiendo esa negación a lo diferente, a la diversidad, a lo biológicamente diverso.
Pero lo mas asombroso de este tema es el sabotaje a la ley que está realizando el PP, con el Sr. Camp y la Sra. Aguirre a la cabeza, porque como políticos pueden estar o no de acuerdo con la ley pero otra cosa muy distinta es insten a No cumplir la ley, a objetar, me parecen que son poco demócratas, pero también hay jueces ( me refiero TSJA y de otras comunidades) que boicotean dictando sentencias que saben que van a ser tumbadas en el Constitucional. ¿Eso no es prevaricar, eso no es un delito y quién les va a exigir responsabilidades penales por ello?. Tu lo has dicho las leyes están para cumplirlas.
Nunca es malo educar en valores. Si algo le hace falta a nuestra sociedad es que desde pequeño se aprenda educación, respeto, tolerancia, libertad y acatamiento de la ley.
Creo que a la derecha conservadora de este pais no le interesa educar en valores, bueno en realidad lo que no le interesa es educar, se a lo que sea.Sólo les interesa la educación privada, la sanidad privada y sus intereses privados.
¿Para cuando un estado laico de verdad?.
El gobierno no tiene derecho a imponer una educación moral a los hijos si no quieren los padres. Que la asignatura sea voluntaria y que no se ponga nota porque es un asunto al que desde luego no se le puede poner nota.
Permitir la objeción en la educación llevaría a extremos ridículos,pues permitiría que una familia se negase a que a su hijo se le enseñase filosofía, o que a un testigo de Jehová se le enseñase la circulación de la sangre y que las transfusiones salvan vidas o que un padre se negase a que a su hijo se le enseñase como se dice sexo en ingles, que hay tribus que practican la poligamia o los datos de algunas catedrales renacentistas por que los arquitectos eran masones.
No creo que se esté imponiendo nunguna moral por enseñar algo tan evidente como que existen parejas del mismo sexo, otras religiones que no son la católica, respeto hacia las personas que vienen de otros lugares y que no son como nosotros, en definitiva valores universales. si se objeta se está incumpliendo la ley y eso es un delito. Esta asignatura ya se da en paises mas avanzados en democracia que nosotros y sin la polemica politica que se ha creado aquí.
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