Los resultados electorales del domingo han dado un vuelco importante al mapa político nacional, y sin duda van a tener repercusión en los partidos nacionales y en el gobierno.
En Galicia el triunfo del PP ha sido incontestable. En mi opinión las causas hay que buscarlas en la escasa percepción que se ha tenido estos 4 años del cambio prometido por el gobierno de coalición, cierto juego sucio de campaña con intromisión hasta en la vida privada de los candidatos, una potentísima implantación del PP en la comunidad que posee una maquinaria política de primer orden y la llegada de la crisis con toda su crudeza a varias de las provincias, crisis que siempre desgasta al gobierno, sea cual sea.
En cuanto al País Vasco, el cambio resulta de mayor calado. Termina la hegemonía nacionalista y el PSE está en condiciones de construir un gobierno. El escenario es complicado y las declaraciones de dirigentes del PNV no hacen sino complicarlo aun más. No son de recibo en democracia las acusaciones de "golpe institucional" hechas por Urkullu, pues tan legítimo es un voto o un diputado de uno o de otro partido.
Las alianzas para el PSE deben responder a lo que ha prometido en campaña. En primer lugar un cambio, y este sólo puede venir de la mano de apear al PNV, o al menos a su linea soberanista representada por los Ibarretxe (sería buena su jubilación) o Egibar, del poder. En segundo lugar constituir un gobierno de integración que no vaya contra nadie, ni siquiera y en especial contra el PNV, que al fin y al cabo ha sido el partido más votado, superando el frentismo que ha dominado la vida política de Euskadi en la última década y auspiciado por el PP hasta la llegada de Basagoiti, apoyado por poderosos grupos mediáticos y locutores ultramontanos. En el resto del Estado tenemos una percepción de la política vasca muy distinta a la que se tiene en el territorio. Quien ha votado al PSE lo ha hecho como único partido que puede conseguir la integración sin volver a cavar trincheras políticas y sin tentaciones de revanchismo.
El gobierno que constituya el PSE debe ser plural, incluso incluyendo personalidades independientes con buenas relaciones con el nacionalismo, por supuesto sin claudicar ante las presiones del PNV, que las habrá y fuertes. Lo de aceptar los votos del PP para la investidura no sólo no es ninguna mácula, sino signo del cambio que han decidido los ciudadanos. El PP, por su parte, tendrá que desdramatizar su discurso al gobierno central en materia antiterrorista y autonómica para demostrar la responsabilidad que facilite el entendimiento imprescindible en el País Vasco. Que acabe la época en que la política antiterrorista era campo de batalla entre los dos grandes partidos nacionales. Y esto puede suceder con la legitimación, con estos resultados, del liderazgo de Rajoy, amenazado por sectores integristas de su propio partido.
Y la mayor alegría es hablar de unas elecciones en Euskadi sin tener que mencionar a ETA, y constatando como las consignas de disciplina de voto lanzadas por la banda no han sido seguidas por un sector importante del electorado independentista que se ha decantado por una opción como Aralar, soberanista si, pero democrática y plantada frente a la violencia. Es una excelente noticia que habla del creciente aislamiento político y, más importante aun, social de los terroristas.
Cuestión aparte serán las consecuencias de la actitud del PNV en el gobierno de la nación. Sin duda sumarán un problema a la gobernabilidad del país.
3 comentarios:
Desde mi punto de vista, tu análisis no es del todo acertado. Aún estando de acuerdo con el hecho de que la victoria del pp en Galicia es incontestable, pues ha tenido más del 47 % de los votos, y en que estos resultados, junto con los vascos, tendrán consecuencias en Madrid; pienso que la no reedición del bipartito gallego se debe a las siguientes causas:
- El incumplimiento de las promesas electorales de ambos partidos, entre las que estaban la terminación de la alta velocidad y el crecimiento del desarrollo y del empleo en la zona. Por el contrario, la realidad ha sido que 500 gallegos han incrementado las listas del paro cada día.
- La ausencia de ilusión, de nuevas propuestas y el sesgo nacionalista que se había impuesto en torno a unas políticas que tenían en la lengua su razón de ser, habiéndose creado las galescolas, desde la que buscaban adoctrinar a su sociedad.
- Los resultados de los que partía el pp en las pasadas elecciones autonómicas gallegas, habiéndose quedado sólo a un solo Diputado de la mayoría absoluta, con un 44% de los votos. 7000 votos faltaron para conseguirlo.
Los primeros movimientos del pp, a tenor de sus promesas, cuando el Parlamento elija al nuevo Presidente, están por suprimir las galescolas y el Decreto de la lengua que establece como lengua secundaria el castellano, por vender el audi de 400000 euros que usaba el anterior presidente con cargo al erario público y por reducir el número de consejerías a diez. En mi opinión, se tratan de medidas acertadas.
En cuanto a lo que dices sobre el País Vasco, yo creo que la diferencia entre nacionalistas radicales y moderados sólo es una diferencia de plazos, del momento en el que quieren la independencia, eso sí, pagada por todos los españoles (Estado libre asociado lo llaman). Parten de mirarse sólo a sí mismos, del egoísmo y de olvidarse del resto, de obviar la importancia de todos y de lo importante que somos todos en el crecimiento propio. Todo lo anterior tiene consecuencias funestas.
A pesar de esto, creo que el pp debe apoyar, como así hará, el Gobierno en el Psoe en el País Vasco y que éste debería formarse por personas como Joseba Arregi o el Sr Imaz, que no sé si serán nacionalistas moderados, pero sí sé que son críticos con el sistema clientelar impuesto en el PNV, un sistema en el que hay en torno a 60000 funcionarios, lo cual es equivalenta a la población de Soria.
Saludos
Los dos análisis tienen razón y se complementan. Lo que no dice uno lo resalta el otro, en ambos sentidos. Por cierto, ¿tanto cuesta hacerse un seúdónimo?, es una pena que el análisis tan bueno no tenga nombre.
En cuanto a lo último que has señalado sobre el sistema clientelar del Pais Vasco y el número de funcionarios. Lo traslado a Andalucía. ¿Qué pasaría en si acabase el régimen de aquí (cuando en una sociedad no hay alternancia política en casi 30 años, el gobierno se transforma en régimen).
Igualmente podría decirse de Valencia, Canarias, etc...
A Dios gracias, ya hubo cambio en Cataluña, Galicia (me refiero al anterior y al de ahora) y pronto lo habrá en el Pais Vasco (A ver cuanto dura una ETA totalmente ilegalizada y sin financiaciones y sin subvenciones encubiertas del PNV).
Al PP ni agua tío, ni agua. Antes con Aralar que con esos.
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