Nuevos juzgados en Villacarrillo

El juzgado de Villacarrillo atiende a un partido judicial muy extenso y diseminado que se extiende hasta el límite de la provincia. Su sede en la calle de La Feria es un edificio antiguo restaurado hace ya algunos años y alberga dos juzgados. Cualquiera que haya entrado en alguna ocasión ha podido comprobar que las instalaciones no responden a las necesidades de la administración de justicia. Minidespachos, barreras arquitectónicas, pésima distribución de los espacios y otros males.
Ahora la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía va a proceder a su reconstrucción, que según nuestras noticias va a consistir en el vaciado del edificio respetando la fachada que está protegida por la normativa municipal. Un edificio más funcional es una buena noticia para el partido judicial.
Pero a esta buena noticia se añade otra de gran interés para nosotros, la sede provisional. Llevamos años negociando el tema y al final se ha resuelto con muy buenos datos para nosotros. El Ayuntamiento va a ceder unas instalaciones municipales situadas en el mercado de abastos. En el momento de la construcción del nuevo mercado el equipo de gobierno consideró la posibilidad de aprovechar la obra para disponer de dependencias extra para el futuro, lo que sin duda aumentó su coste y fue motivo de crítica política. Aquella medida se ha demostrado acertada, y Villacarrillo dispone de unas dependencias indispensables para la administración de justicia, con el añadido de que la Junta de Andalucía va a invertir en su adecuación 400.000 euros que van pasar a ser patrimonio de Villacarrillo.

En concreto se va a adecuar la planta alta para oficinas y despachos con el cerramiento de la terraza, se instalará un ascensor, en planta baja se ubicará el registro civil y en el sótano se cerrará un espacio para archivos. Una importante cantidad de dinero que revertirá al ayuntamiento una vez concluida la sede definitiva.

Claro que estas obras no van a resolver uno de los problemas específicos que se dan en el juzgado de Villacarrillo, aparte de los males generales que aquejan a la justicia, el de la alta rotación de los jueces.