La discusión sobre el traslado del ferial puede ser intensa, con buenas ideas sobre un nuevo ferial, pero sin un espacio donde exista la posibilidad de trasladarla, la discusión es una pérdida de tiempo, y eso para un político es un lujo que no se puede permitir.
En el Plan General de Ordenación Urbanística aprobado por el Ayuntamiento en el 2008 se reservó suelo para el ferial, y yo como concejal de urbanismo y la totalidad de los concejales de gobierno y oposición buscamos y conseguimos su encaje. Se trata de una zona situada en una nueva unidad de actuación urbanística a continuación del parque de Capagrana y que fue propiedad, en buena medida, de Frasco Campos, hoy de sus herederos. El desarrolló de la unidad, u otra fórmula legal, dará al Ayuntamiento la propiedad, sin que pueda destinarse a otro fin más que ferial.
Como dice el refrán hechos son amores y no buenas razones.

El traslado del ferial eliminaría el que considero mayor problema: inmensas molestias a los vecinos que cada año sufren su instalación, a lo que hay que añadir notables dificultades de tráfico. Por otra parte debería tener amplitud suficiente y posibilidad de instalación de casetas rocieras al estilo de otras localidades, lo que en mi opinión supondría un renacimiento de la feria, siempre y cuando existan sufientes entidades, asociaciones o peñas qeu montasen en el reicnto, lo que no está ni mucho menos asegurado.
Pudiera ser que no tuviese éxito y la gente siguiese alternando en el centro del pueblo por su sabor tradicional y porque resulta más agradable el Paseo que las afueras. Sin contar con que algunos hosteleros son contrarios a perder clientela en la mejor época del año y reacios a instalarse en otro recinto con gastos notables teniendo unas instalaciones con todos los servicios y comodidades. Y habría que discutir qué hacer con la verbena, si dejarla en el Parque, que es la mejor y más atractiva ubicación en nunca haya tenido, o llevarla también al ferial con riesgo de fracaso, o de éxito. El ferial debería contar con oferta de casetas suficiente, a cuenta de la iniciativa privada.
Y por último considerar el precio del recinto. Van a ser necesarios muchos millones para unas instalaciones plenamente aprovechables durante 7 u 8 días al año, aunque podría buscarse algún uso alternativo, que ahora no se me ocurre, ya que debe seguir siendo un espacio abierto y diáfano sobre el que no se pueden ubicar otras instalaciones. La inversión no es sólo acondicionar unas calles, son instalaciones, urbanización, accesos, seguridad o aparcamientos. Dinero que va a salir del bolsillo de todos.
Ahora sí, sopesar ventajas, inconvenientes, riesgo, plazos y coste. Es una discusión que incumbe a todo Villacarrillo y que a buen seguro se producirá, espero que sin prejuicios ni ideas preconcebidas, pero con sosiego, mesura y buen criterio. Y seguro que se me escapan muchos matices que a buen seguro los que lean este articulo serán capaces de aportar para enriquecer el debate.