Restan seis días para la toma de posesión de los concejales electos y la investidura del nuevo alcalde, y la noticia es la falta de noticias. Abundan los rumores, disminuye la incertidumbre, se encarrila el proceso y se velan y desvelan las estrategias de inicio de legislatura.
En el PP la alegría por la victoria ha dado paso a la preocupación por la responsabilidad de gobierno, en el PSOE se digieren unos resultados inesperados y ya se piensa en la renovación del proyecto socialista, en IU aun no se da crédito a su desaparición institucional, en FADI se espera la decisión del cabeza de lista, y en PLCV se desespera por unos resultados lejos del primer lugar preanunciado a bombo y platillo y se acude a los medios de comunicación a suplicar una entrevista con el PP para un futuro pacto.
Mi impresión, y todos los datos apuntan por aquí, es que el comienzo se va a producir sin pactos previos, ni tácticos ni de legislatura, y que el PP va a comenzar intentando gobernar en solitario con los apoyos puntuales y sin contraprestaciones que le puedan dar los distintos grupos para cada asunto.
Las otras opciones que se han podido barajar se van descartando. Un acuerdo PLCV y PSOE resulta impensable desde la perspectiva de ambos grupos, y no tanto por cuestiones personales como por incompatibilidad de concepciones sobre cómo abordar un gobierno local. La posición de FADI con un único concejal lo hace, a efectos de mayorías suficientes, irrelevante, aunque otra cuestión es lo que puede aportar a la vida municipal.
La única alternativa a un gobierno en minoría pasa pues porque el PP se ate a PLCV. Una solución complicada para todo el mundo. Las exigencias manifestadas en campaña por PLCV son difícilmente asumibles por un grupo moderado como el PP de Villacarrillo, aunque plenamente legales supondrían una declaración de hostilidad política, y lo que menos necesita ahora este ayuntamiento es tensionar la vida política. Atarse a un partido con proyectos políticos opuestos y con evidente virulencia en sus planteamientos acarrearía muchos más inconvenientes que ventajas, conduciría al PP a una política más radicalizada y desmontaría un clima de diálogo que ha costado muchos años construir. Una hipoteca de resultados inciertos y costes imprevisibles. En mi opinión, ya en su momento el pacto de PP y FADI de 1987 y 1995 construyó la mayoría de gobierno pero relegó durante muchos años al PP a un papel secundario del que ha tardado lustros en recuperarse. Sería tropezar por segunda vez en la misma piedra. Pacto aun menos útil desde que el PSOE ha manifestado no poner dificultades a la investidura de un alcalde del PP y a colaborar, dentro de su programa y sus principios, al funcionamiento político y administrativo del ayuntamiento.
A partir del lunes vendrá, y lo digo por experiencia propia, el vértigo político a un trabajo que se antoja a los recién llegados como, pero también la ilusión de poner en práctica ideas y proyectos largamente pensados y acariciados.
4 comentarios:
he oido a Raya en la campaña decir que es socialista y no entiendo que quiera pactar con un partido de derechas y no con un partido socialista, si es como dice es que es un problema personal suyo y que lo mejor es que se retire y desatasque un problema para todo Villacarrillo. Y no es una locura pues las psibilidades que se abren si Raya son mucho mejores para el pueblo
Es una pena que Izquierda Unida no este presente en el ayuntamiento, pues siempre ha aportado un poco de sensatez y los partidos pequeños que hay ahora pues a mi me parecen como desdibujados y me explico. Los independientes que fueron el no va mas hace unos años, ahora dan un espectaculo como de ejercito de Pancho Villa, cada uno por su lado y nadie queriendo saber nada de nadie.
La Plataforma que se proclama de izquierdas y que ha jodido a toda la izquierda de Villacarrillo, a IU la ha dejado fuera del ayuntamiento y al PSOE fuera del gobierno, para el PP ha sido un regalo del cielo, y por muchas cosas que se han dicho y se dicen todavia los motivos politicos son pocos, aunque los hay, pero sobre todo por peleas personales.
Lo que die el anterior comentario no es ninguna barbaridad, si hay alquien que va a dejar a la izquierda fuera de juego durante años, es mejor que coja el ato.
hoy en la radio he escuchado las explicaciones de cada partido, y creo que el camino va ser dificil, pero que si nos atenemos a lo que han dicho pues esto va a salir adelante. Al alcalde lo he visto un poco apagado y a Raya le hace falta dejar esa mala clase que viene usando y mirar mas por los intereses del pueblo que por los suyos.
Rafael Raya ha estado hoy en la radio como siempre, patetico. Decir que si el PSOE deja que gobierne el PP es malo pero que si lo hubiese hecho con el voto de PLCV es bueno es de risa. Decir que él se fue fue del PSOE por hablar claro, cuando lo echaron por tejemanejes con las cuentas y algunas cosas más.
Rafael Raya es un verdadero problema para no para nadie, sino para Villacarrillo.
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