La situación de calma política de este verano en Villacarrillo ha saltado por los aires. En cuestión de horas los folletos y declaraciones han seguido una espiral de confrontación que no presagia nada bueno. Yo, que ya he vivido de lleno periodos de guerra política, sé que no benefician ni a mi partido, ni al contrario y menos al pueblo de Villacarrillo.
El detonante, en mi opinión, el folleto del equipo de gobierno sobre la información económica heredada. Sacar un informe económico era su obligación. Un informe como el que han emitido es más que un error, es una provocación.
No es tanto por los datos, que son contrastables y están sujetos a ser rebatidos. De hecho contienen cifras que en modo alguno pueden adjudicarse a los equipos de gobierno del PSOE, sino a ellos mismos, sin contar con sumas muy políticas y bastante poco técnicas. Lo preocupante son las valoraciones políticas, carentes de mesura y moderación, que intentan restar dignidad al adversario político y hundirlo socialmente. Hay que preguntarse si la deuda, la real y no la calculada con criterios partidistas, ha proporcionado a Villacarrillo infraestructuras, servicios, medios y patrimonio para progresar económica y socialmente o no, como si se tratase de una familia que ha comprado piso y montado su negocio con un préstamo que puede asumir.
A mi me ha dado la impresión de que un virus extraño se hubiese introducido, en este informe municipal, en la sensatez y la responsabilidad de estas personas. Un virus que al final acabará atacando al propio organismo.
Yo, que llevo años hablando, como puede atestiguar este mismo blog, de la mala situación financiera de los ayuntamientos, me sorprendo de que los nuevos gestores no valoren en su justa medida ese parámetro que los va a condicionar, como está condicionando a todos los ayuntamientos. No hay nada más que escuchar la radio o leer los periódicos para comprobar que sea el pueblo que sea, el partido que entra o el que sale, se encuentra en la misma situación.
Dejemos de perseguir fantasmas y centrémonos en el trabajo, en las causas del desequilibrio financiero de los ayuntamientos, en la redimensión de sus estructuras, en la priorización de las políticas económicas, en conservar las coberturas sociales y empleo, en resolver problemas en vez de crearlos.
Políticos con la cerilla en la mano para prender fuego hay muchos, eso es lo fácil y posiblemente lo que dé imagen y horas en la radio. Políticos bomberos, que enfríen los fuegos, que aguanten la presión, que trabajen fuera de la propaganda, que miren no sólo a a corto, sino a medio y largo plazo, que resuelvan los problemas, esos son los que hacen falta. Villacarrillo necesita a los buenos gestores del PSOE y del PP, sus ideas y su trabajo. No los hagamos incompatibles.
Como ejemplo de punto de encuentro, la cuestión de solicitar o no una auditoria municipal. Si, pero no gastando 50 o 100.000 euros, que no tenemos, para dárselos a una empresa privada. Quien haga eso es un manirroto y cualquier trabajador o proveedor en este pueblo le dirá al Ayuntamiento que le pague a él antes. Porque esos 50 o 100.000 euros se los puede ahorrar, encargando la auditoria al Tribunal de Cuentas o Diputación, que además de hacerlo gratis, son organismos públicos con garantías de independencia, y no una empresa privada que por el hecho de pagarle 50 o 100.000 euros te va a dar los datos vestidos de la forma que tú le digas. .
Políticos del PP o del PSOE, vivimos en el mismo entorno, somos amigos, tenemos relaciones familiares, profesionales, sociales o hijos que juegan juntos. Que cada cual se pregunte si pagar el precio de una confrontación visceral, merece o no la pena. Y sobre todo si eso va a traer algo positivo para un Villacarrillo. Mi respuesta es rotunda: NO.
miércoles, 31 de agosto de 2011
sábado, 13 de agosto de 2011
Problemas en la página
Por lo visto durante unos días la página ha dejado de verse, lo que se ha debido en un cambio de software en el servidor que la ha hecho desaparecer. Problema que, al parecer, se ha resuelto.
De cualquier forma un problema familiar me mantiene en el hospital durante unas semanas por lo que en este tiempo me será difícil de mantener. De cualquier forma prometo volver en breve.
De cualquier forma un problema familiar me mantiene en el hospital durante unas semanas por lo que en este tiempo me será difícil de mantener. De cualquier forma prometo volver en breve.
jueves, 4 de agosto de 2011
Triste aniversario el de hoy
Como dice el título, triste aniversario el de hoy, 4 de agosto. Fue ese mismo día de 1979 cuando ETA asesinaba a tiros, en Éibar (Guipúzcoa), al guardia civil Juan José Tauste Sánchez, con toda la vileza y la cobardía de que hacen gala estos criminales.
Juan José Tauste nació en Villacarrillo en 1953, estaba casado y con un hijo. Y si no me equivoco, es la única víctima mortal de ETA natural de nuestro pueblo. La mañana del 4 de agosto de aquel verano nos acercó de un golpe a la realidad del País Vasco.
Hace unos años coincidí en Villanueva del Arzobispo, en unas jornadas sobre las Cuatro Villas, con José María Redondo Tortosa que me recordó los hechos y me solicitó que como concejal de nuestro Ayuntamiento buscase la forma de homenajearlo, con extrañeza por su parte de que no se hubiese hecho hasta entonces. Y a ello me comprometí. A partir de allí, preguntando, pude refrescar los hechos posteriores al asesinato. El entierro tuvo lugar en Villacarrillo y estuvo rodeado de algunos lamentables acontecimientos en la vorágine del dolor, la rabia y el duelo. Acontecimientos que ni siquiera merece la pena relatar, puesto que son completamente ajenos a la víctima y a la familia y han quedado sepultados por el tiempo, permaneciendo tan sólo el recuerdo del guardia civil asesinado.
Al final se desarrolló el homenaje, si mal no recuerdo en el XXV aniversario del atentando, con la inauguración de una placa que daba su nombre a una calle de Villacarrillo (para quien tenga interés, es una de las del llamado S-4, sector de Cuatro Vientos). Homenaje al que asistieron el mencionado José María Redondo, mandos de la guardia civil, la alcaldesa y corporación municipales, asociación de víctimas del terrorismo y lo más importante, su familia.
Puede que revele un pequeño secreto, pero en el año creo recordar que 2003 se nos convocó en Jaén a cargos socialistas de distinto rango a una reunión con mandos de la Policía Nacional que nos alertaron, según información que manejaban, de un posible objetivo terrorista en la provincia de Jaén (sede, como todo el mundo conoce, de centros de formación de la Guardia Civil) para que adoptásemos medidas de autoprotección. Es imposible describir los sentimientos y pensamientos que esa recomendación desató, al menos en mí. Lo primero que pensé fue en los concejales del País Vasco, en los miembros de los cuerpos de seguridad, o en las personas señaladas por cualquier motivo, profesores, jueces, militantes. Si a mí, que estaba a mil kilómetros de distancia me producía angustia mi seguridad y la de mi familia, ¿cómo sería el día a día, el año a año, la vida de estas personas?. Y llegué a una conclusión: que en Euskadi, junto a los cobardes de la bomba o el tiro en la nuca, viven muchos, muchos, muchos héroes del día a día.
Hoy ETA más debilitada que nunca, con varios años sin atentar, estoy convencido de que está abocada a una muerte, puede que lenta pero ignominiosa como su historia.
De cualquier forma Villacarrillo pagó caro el tributo de la paz y la seguridad de esta nación, a la vez que una familia lloraba amargamente sin acabar de entender porqué a Juan Jose.
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