ÉXITO
DEL BREXIT
EL
MARTES PASADO HABLAMOS DEL BREXIT, PARECE QUE FUE UNA PREMONICIÓN
Queda
feo decir lo del “ya te lo decía yo”, pero en el programa del martes pasado ya
advertíamos de las consecuencias de un “sí” a la salida de Inglaterra de la UE. Hablamos
de referéndum y, sinceramente, yo creía y esperaba que saliese el “no”. Pero
los ingleses han decidido lo contrario y la que se va a liar, además de la que
ya se ha liado.
Desde
el viernes, el pánico recorre las instituciones europeas y los mercados
financieros mundiales y las previsiones son las de un tsunami. Las bolsas de
todo el mundo han sufrido sus peores resultados y la libra inglesa se ha hundido. La
ultraderecha inglesa, que han sido la más ferviente defensora del Brexit,
avanza como una negra sombra sobre Europa.
EVIDENTEMENTE ESTO VA A TENER CONSECUENCIAS
POLÍTICAS Y MACROECONÓMICAS
No es
la finalidad de este programa tratar de política internacional. Entre otras
cosas porque carezco de cualquier autoridad para hablar sobre este tema, pero
ni siquiera a mí se me escapa que las
consecuencias son devastadoras.
Gran
Bretaña abandona la Unión Europea 43 años después. Lo demás
ya se ha contado hasta la saciedad en los telediarios. El
primer ministro Cameron ha dimitido, en diferido. Ya que fue el quien convocó
el referéndum y ligó su suerte a un resultado contrario. Durante
los próximos dos años se irá ejecutando el calendario de desconexión.
Se
instaurarán de nuevo la frontera, las aduanas, los aranceles. El comercio
bilateral se va a desplomar, salvo que se sustituya por un acuerdo comercial.
España exporta a Reino Unido automóviles, productos farmacéuticos o alimentos,
que se van a ver afectados. La Unión
Europea, por su parte, supone el 46% de la inversión extranjera en Reino Unido,
y la incertidumbre va a disminuir drásticamente esa cifra, lo que
principalmente va a afectar a los ingleses. Pero las inversiones inglesas en
España van a funcionar en nuestra contra. Un
caso relevante es el del Banco de Santander, que tiene ahora un 30% de su
beneficio en este país, y el Brexit va a tocar la línea de flotación de sus
resultados. Ten en cuenta que junto al Sabadell tienen allí activos por 326.000
millones.
A NADIE SE LE ESCAPA QUE EL
TURISMO VA SUFRIR UN VARAPALO
El año
pasado España recibió 15´5 millones de turistas de las islas y hay residiendo
hasta 300.000 ingleses. La depreciación de la libra va a reducir notablemente
esa cifra. Ten en cuenta que, por ejemplo, ya no tendrán acceso al sistema
sanitario. Pero
los emigrantes españoles en Inglaterra, que son un 14% del total también se van
a ver afectados, incluso en el acceso a la sanidad.
Pero a
nivel político para la propia Gran Bretaña va a suponer un retorcido reto, ya que una
parte de su territorio, Escocia, que si quiere seguir en la Unión Europea, va a
plantear más temprano que tarde un referéndum de secesión para incorporarse a
Europa. Y las
reacciones en cadena que pueden avivar el desafío independentista en Cataluña o
en Euskadi.
Una de
las que a mí más me entristecen, las perspectivas de una gran Europa unida, más
fuerte y más potente, se diluyen, o al menos se complican notablemente.
TAMBIÉN HAY CONSECUENCIAS PARA
EL CIUDADANO DE A PIE
Evidentemente.
La libra ha perdido un 10% y todas las inversiones en acciones y fondos en esta
divisa han ido detrás. Situándose en posiciones de 1985. Hay
gente en Villacarrillo que del jueves al viernes ha perdido cantidades
importantes de dinero.
Lo
único positivo, quien compre productos ingleses es un chollo, ya que se
abaratan en la misma cifra. Pero
para quien venda al mercado inglés, va a hacerlo un 10% más caro de un día para
otro, con lo que va a perder mercado. Es el caso del aceite de Jaén que va a
perder una presencia que le ha costado mucho adquirir. Y ya sabemos, menos
ventas, bajada del precio, Jaén pierde y Villacarrillo pierde. Para
quien viaje a Inglaterra, el viaje le va a salir más barato. Pero los
estudiantes españoles de intercambio de Erasmus van a notar las consecuencias a
medio plazo.
En
resumen, es lo que el gran sociólogo canadiense McLuhan llamaba la aldea
global, lo que pasa al otro lado del mundo acaba afectando a mi vida, sí o sí.
Y una
consecuencia curiosa que me explicaba mi hijo de 12 años, al que le encanta el
fútbol: Bale, escocés, que juega en el Real Madrid, y que ahora es jugador
comunitario, pasará a ser extranjero, el equipo se pasa de la ratio de
extranjeros y va a tener que venderlo. Curioso. Porque algo parecido pasa a los
jugadores españoles en equipos ingleses.
AHORA LO QUE MUCHOS SE PLANTEAN
ES QUÉ HACER
Me he
leído estos días muchos artículos de analistas y economistas, y a modo de
resumen voy a contar lo que vienen a decir:
o Mantener la calma. Aunque el cuerpo pide
tomar medidas precipitadas, lo de ir como pollo sin cabeza parece la peor
opción.
o Quien tenga inversiones en bolsa, esperar a
ver si el mercado repunta o por el contrario pierde los mínimos en los que se
abrió el viernes. Si se pierden esos mínimos, es hora de abandonar el barco
ante la posibilidad de acumular más pérdidas.
o Pensar en el medio y largo plazo. Salvo las
empresas que se vean directamente afectadas, el valor del resto sigue ahí.
o Va a continuar la inestabilidad pero, con
precios tan bajos puede ser la oportunidad de comprar barato.
o No jugarse el dinero de comer. Hay gente
que ve la bolsa como un juego. Y hay que saber qué parte de nuestro dinero es
imprescindible para vivir y cuál no, y con cual podemos “jugar”.
Curiosidad
de la semana: desaparecen los billetes de 500 €
La
pregunta ¿cómo nos va afectar esto?
El BCE
dejará de imprimir billetes de 500 € a partir del 2018. Y a la
par introducirá los nuevos billetes de 100 € y 200 €, de la serie Euro2. El
motivo: combatir el blanqueo de dinero (dinero ilegal a legal), combatir la financiación
ilegal de actividades y el comercio de la droga. Como
es evidente, el impacto sobre los ciudadanos va a ser mínimo. De
cualquier forma, por si acaso, mientras queden billetes se podrán seguir
utilizando legalmente. O sea, que nadie los tire pensando que no sirven.
Aunque
una reflexión que se hacen algunos economistas importantes, el jefe de Deutsche
Bank, “la retirada de billetes de 500 € vendrá seguida de la de 200 €, para
llegar al fin del pago en efectivo, lo que no sea el menudeo, y tener mayor
control sobre el pago de los ciudadanos”.
La
retirada no va a salir gratis. Habrá que sustituirlo por otros de 100 y 200 €,
con unos costes de impresión y logística de 500 millones de €. Quien
trabaje en la planta de incineración de billetes va a tener trabajo.