(Contenido del programa en Cadena Dial Villacarrillo del 28 de marzo de 2017)
10 REGLAS PARA NO SENTIRSE TONTO ANTE EL BANCO
ESTO SUENA FUERTE: 10 REGLAS PARA
NO SENTIRSE TONTO ANTE EL BANCO
¿Tú te
pierdes hablando de ahorro y de inversión? ¿Tienes la vaga impresión de que el
banco te engaña? Si las respuestas son positivas puede ser que te falte alguna “cultura
financiera”: y eso tienes que remediarlo. Y aquí
te vamos a ayudar contándote unas reglas básicas. Son 10 principios que te van
a ayudar a no suspender en este tema.
Vamos
a ser realistas, nuestros hábitos de inversión y de ahorro mezclan
peligrosamente unos conocimientos financieros limitados y un asesoramiento
externo poco profesional. El
resultado todos lo tenemos en mente: los escándalos de las preferentes, los
bonos del Popular o las convertibles del Santander, por no hablar de las
hipotecas, etc, etc, etc. Al final, eres tú quien se la juega con tu dinero y tienes que hacer frente a quienes han abusado de nuestra ignorancia.
VAMOS CON ESAS 10 REGLAS
Mira que son reglas de sentido común. Pues
hace falta remacharlas:
1º. Piensa
antes de actuar. Antes
de invertir, debes tener claro cuál es el objetivo de la inversión,
el plazo en que recuperarás tus ahorros y el riesgo que estás
dispuesto a asumir. Y piensa en tus necesidades de liquidez:
2º. Asegura algo de liquidez. Mantén siempre una cantidad de dinero
para poder afrontar imprevistos (los expertos aconsejan el
equivalente al salario de tres meses de salario): piensa que no todos los
productos permiten recuperar el dinero sin sufrir penalizaciones, y así
evitarás tener que deshacerte de una inversión en un momento inoportuno,
perdiendo dinero.
3º. No te creas cualquier cosa. Antes de contratar un producto de
inversión, confirma que se ajusta a tu perfil de inversión:
desconfía de cualquier promesa de obtener beneficios muy por encima del mercado
en poco tiempo.
4º. Echa cuentas. Cuidado con los costes antes
de contratar comprueba los gastos que te cargará tu entidad (el mantenimiento
de cuenta, por ejemplo). Si no lo haces puedes que llegado el momento del
vencimiento te lleves sorpresas.
5º. Pregunta las dudas. No te comprometas ni compres nada sin
aclarar antes todas tus dudas con un profesional, preferiblemente
independiente (el asesor del banco no lo es): hay web y asociaciones financieras como la sección de inversiones de la OCU donde obtendrás información profesional
y desinteresada.
6º. Léetelo todo. Pide información por escrito:
llévate el contrato a casa para leerlo y estudiarlo detenidamente.
7º. No te olvides de la fiscalidad: los impuestos reducen el rendimiento de
tu inversión.
8º. Apunta. Con cuentas de ahorro y depósitos no
correrás ningún riesgo invirtiendo un máximo de 100.000 euros por entidad, pues
el Fondo de Garantía de Depósitos garantiza hasta 100.000 euros por
titular y entidad (hasta 200.000 si son dos los titulares).
9º. No te confundas. Los fondos, los seguros de ahorro y
los planes de pensiones no están cubiertos por ningún
Fondo de Garantía. No obstante, en los fondos y planes los activos están
separados del patrimonio de la entidad, lo que aporta algo de seguridad si ésta
resultara insolvente.
10º. Compara antes
de elegir: busca las cuentas y depósitos con las mejores rentabilidades para tu
perfil . Aunque te cueste trabajo, ese trabajo te proporcionará dinero.
ES CIERTO QUE SON DE SENTIDO COMÚN,
TAN CIERTO COMO QUE NOS LAS SALTAMOS A LA TORERA
Pues
dichas quedan, y me van a decir cansoso y repetido, pero creo que es una forma
de que se nos queden grabadas cuando vayamos a manejar nuestro dinero y
nuestros intereses. Vamos que es verdad, que me repito, pero es por tu bien.
TARJETA VIRTUAL
CAMBIAMOS DE TEMA, HABLAMOS DE
LA TARJETAS VIRTUALES QUE YA UTILIZAMOS MUCHOS PARA COMPRAR POR INTERNET
Se ha
popularizado muchísimo, sobre todo por las ventajas que tienen para pagar las
compras por internet.
Una
tarjeta virtual es como una tarjeta sin tarjeta. Vamos que lo que tú tienes
para utilizarla es sólo la numeración. Cuando
compras por internet tienes que indicar un medio de pago: una cuenta corriente,
o el nº de tu tarjeta de crédito. Eso tiene un problema de seguridad
importante: si te cogen el número pueden cargarte gastos que tú no has hecho y
además sin límite.
Los
bancos nos ofrecen una alternativa, y esta vez con buen criterio. Tú tienes los
números de una tarjeta que no tiene saldo. Te
compras un móvil en Amazon de 200 €, y a la hora de indicar el método de pago,
proporcionas el nº de tu tarjeta, pero previamente te vas a la página de tu
banco y la cargas con la cantidad que te
va a gastar, 200 €. El
banco te pide el pin y clave y te envía al móvil un código que también tienes
que introducir. Un nivel de seguridad muy alto.
PERO ESO PARECE UN POCO PESADO
No me
dirás lo mismo cuando uses otro sistema y te carguen 1.500 € sin haber comprado
nada. A mí ya me pasó y me vi negro para recuperarlos. La
confianza que te da esta seguridad es muy tranquilizadora.
Si me
estás leyendo y compras por internet, yo te recomiendo que uses una tarjeta
virtual. Vete a tu banco y pregunta por las condiciones. Y elige una que no
tenga comisiones ni de contratación, ni de mantenimiento, ni de carga (algunas
cobran % por recarga), esas no .
Por mencionar un inconveniente, no la puedes usar ni en cajeros ni en tiendas físicas.
Curiosidad
de la semana: las cuentas del Gran Capitán
Hay
una frase famosa referida al dinero “eso son las cuentas del gran capitán”,
como sinónimo de cuentas hechas a tontas y a locas y con poco parecido con la
realidad.
Tiene
un origen muy antiguo. En el
año de nuestro señor de 1400 y pico los Reyes Católicos conquistaron Nápoles, y
el general que dirigía los ejércitos era Don Gonzalo Fernández de Córdoba, más
conocido por el Gran Capitán.
A los
reyes no se les ocurrió otra cosa que pedirle cuentas de la campaña de Nápoles.
La verdad es que el rey Fernando el Católico era famoso por una exagerada
inclinación al control de gastos, y consideró que los realizados por el Gran
Capitán eran totalmente desorbitados.
¿Qué hizo el Gran Capitán para justificar los gastos?: elaboró una lista que rezaba
lo siguiente:
· "Por
picos, palas y azadones, para enterrar a los enemigos de España: cien millones
de ducados...”
· “Por
limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta
mil ducados...”
· “Por guantes
perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos
millones de ducados...”
· “Por
reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento
setenta mil ducados...”
· “Y,
finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey
a quien he regalado un reino, cien millones de ducados...".
No sabemos lo
que de cierto tiene esta lista, pero no se le ocurrió otra forma de justificar
tanto gasto. Tampoco
sabemos que dijo el rey cuando la recibió, pero la frase ha quedado para la
historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario